Cuando pensamos en el lujo más recalcitrante, a todos se nos viene a la mente el Rolls-Royce Phantom, uno de los coches más excesivos en todos los aspectos que podemos encontrarnos en el mercado actual. El buque insignia de Rolls-Royce hace ya nueve años que llegó al mercado, de ahí que la firma haya aprovechado el Salón de Ginebra para desvelar públicamente la actualización que han aplicado al modelo de cara a mantenerse fresco para continuar en el mercado varios años más.
Todos los cambios serán aplicados tanto a la carrocería de cuatro puertas como a la coupé y a la descapotable. A nivel estético, los cambios comienzan por la presencia de un nuevo frontal, que mantiene el estilo anterior pero ahora resulta más actual. El parachoques tiene un aspecto diferente y las luces cambian de diseño puesto que la pieza rectangular superior y ahora más grande y la pieza circular pasa a ser ahora rectangular. Además, incorporan tecnología LED para todas sus funciones, no sólo para la iluminación diurna.
El motor sigue siendo el enorme 6.75 V12 de 460 CV y 720 Nm, pero ahora monta una nueva caja de cambios automática de ocho relaciones que sustituye a la antigua de seis relaciones. Esta nueva transmisión es más suave y eficiente que la anterior, lo cual redunda además en una reducción del consumo. Rolls-Royce asegura que las emisiones de CO2 pasan de 388 g/km a 347 g/km y el consumo se reduce un 10% por lo que, con la ficha de la versión saliente sobre la mano, el nuevo consumo se cifrará en unos 14,2 l/100 km en ciclo combinado.
Este modelo es posible encontrarlo en serie coupe y además también está en cabrilolet.
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